Los beneficios de unos botines de calidad para los pequeños

Los botines en piel con forro son un calzado ideal para los meses de más frío pero hay que tener en cuenta varios aspectos antes de comprarlos.

1.- Piel natural siempre mejor. Es más blanda y flexible que cualquier material sintético, y siempre proporciona una comodidad extra, sobre todo cuando hablamos de piel de calidad, porque se adapta a la forma del pie. Además aporta resistencia y conserva mejor sus propiedades que los materiales plásticos (que tienden a romperse, degradarse y rajarse con más facilidad), lo que es fundamental en los zapatos de los más pequeños, expuestos a todo tipo de pruebas en cada pasito que dan. Además una piel flexible en los botines, va a permitir y favorecer la movilidad del tobillo, lo cuál es también muy importante para el desarrollo normal de lo niños.

Es importante que la piel del calzado sea de la mejor calidad posible. Es cierto que el precio es un factor que condiciona a la hora de elegir calzado, pero la calidad cuando hablamos del calado infantil no debe ser un plus sino algo fundamental. No escatimar en calidad, siempre dentro de un orden de precio razonable, es el mejor regalo que podemos hacer a nuestros niños, especialmente cuando de calzado se trata, pues es sin duda la prenda más importante que van a llevar en los primeros años de su vida. En el forro también es importante que la piel sea de la máxima calidad, ya que es el material que está directamente en contacto con el pie de los pequeños. Un material más transpirable, como la piel de vacuno, cabra o porcino, es fundamental, y por supuesto será siempre mejor que cualquier forro sintético.

2.- Bien sujetos siempre. El cordón y el velcro son las mejores formas de sujeción para que nuestros pequeños no pierdan sus botitas mientras juegan.

3.- Suelas flexibles. Hay muchos botines en el mercado muy rígidos y es conveniente que las suelas sean muy flexibles y permitan una movilidad total del pie, especialmente en los pies en desarrollo de los más pequeños.

4.- Elegir la talla correcta. Como en cualquier otro tipo de calzado es fundamental que el pie esté sujeto pero no apretado, que tenga holgura en los dedos y que no le apriete por los lados ni en el empeine demasiado. Es importante observar la forma del pie del niño porque no todos los zapatos son adecuados para todos los niños (hay pies más anchos, más estrechos…). Para elegir correctamente es imprescindible conocer las especificaciones de la guía de tallas de cada marca y ver los comentarios respeto al calce de cada modelo, ya que esté puede variar en función de acabados, plantillas, forros, etc.

5.- Suavidad en el interior. Evitar que tengan costuras internas, tan habituales en los zapatos deportivos. Las botas con forro suave y sin costuras aportan una comodidad sin igual y evitan además rozaduras y heridas en los pies de los pequeños.

Moomak ha diseñado y confeccionado su colección de botines de invierno considerando todo lo que necesita el pie en crecimiento de los más pequeños, y el resultado es un botín muy flexible, en piel de vacuno de la mejor calidad, con un suave forro interior, muy cómodo y además muy elegante.

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